GMEE: Generador Magnético de Energía Eléctrica


Esta investigación apunta a desarrollar un dispositivo capaz de generar energía eléctrica a través de la acción de imanes. Con el GMEE (Generador Magnético de Energía Eléctrica) se busca lograr independencia energética de las energías no renovables, esto se debe a que las mismas presentan innumerables riesgos para la salud humana y el medio ambiente. Para lograr nuestro objetivo debemos construir un mecanismo de obtención de energía, renovable y que no perjudique al medio ambiente. Además de esto, para conseguir que el proyecto sea aplicable a la sociedad y esté disponible sin importar el poder adquisitivo será hecho con materiales reutilizados provenientes de desechos (esta condición será cumplida mientras que no afecte el rendimiento). Este aparato utiliza un mecanismo que debido a la acción de varios imanes hace girar una rueda, la que genera energía. El GMEE final se busca sea económico de adquirir, versátil (se adapte tanto al medio rural como al urbano), requiera de mantenimiento mínimo y que disminuya considerablemente (en el mejor de los casos en su totalidad) el gasto en energía eléctrica. En éste momento el proyecto está en una instancia de construcción y desarrollo del dispositivo, por lo que no se cuenta con resultados concretos, pero se puede afirmar que de construirse es una alternativa viable para el problema energético mundial, así como también para el ambiental.

“En un sistema aislado la cantidad de energía permanece invariable con el paso de tiempo”. Esa es la primera ley de la Termodinámica o Ley de Conservación de la Energía, ley que está en contra a nuestro proyecto; o mejor dicho nuestro proyecto a dicha ley. Sin embargo esto no es un impedimento para realizar una investigación, que tiene como fin diseñar un dispositivo capaz de generar energía por medio de la acción de imanes, verificar su viabilidad y realizar pruebas sobre el mismo para finalmente construirlo.

Dependientes energéticos

En la actualidad tanto en Uruguay como en el mundo existe una gran dependencia energética de energías no renovables, como son las provenientes de combustibles fósiles como el petróleo, gas natural y carbón, todas ellas perjudiciales al medio ambiente. Su impacto contra el medio ambiente es una de las principales causas del calentamiento global, efecto que entre sus consecuencias presenta el aumento de sequías en el mundo, desastre natural que repercute directa y negativamente en las represas hidroeléctricas. Disminuyendo la producción de las mismas, lo que conlleva a restricciones energéticas, aumento de la tarifa y pérdidas por cortes de luz, siendo en Uruguay muy común cuando predominan los tiempos secos en la temporada estival.

El 90% del transporte, fabricación de alientos y medicamentos (todas ellos aspectos fundamentales en nuestras vidas) depende del petróleo. Expertos afirman que las reservas actuales de petróleo alcanzan para satisfacer la demanda de energía de la población mundial los próximos 40 años.


A su vez, el gas natural representa la 5º parte del consumo energético mundial, siendo el combustible de mayor uso después del petróleo.

Otra fuente de energía aparte de las antes mencionadas, pero no por eso menos perjudicial, es la energía de fisión nuclear, la cual genera desechos radiactivos perjudiciales al medio ambiente y a la salud. Éstos desechos producen múltiples en las personas que han estado de alguna forma en contacto con los mismos, cómo cáncer, daños genéticos, desajustes nerviosos, leucemia, entre otros.

Una solución a esta dependencia energética, “amigable” al medio ambiente es el uso de energías renovables, pero éstas son costosas para adquirir y mantener. Por lo que se necesita otro tipo de energía que complemente a las energía renovables para usar energía “limpia” y económica.